18 critica de la argentina el país
Domingo 20 de abril de 2008
Con los papeles cambiados
El Estado argentino es dueño de una fábrica
que daña el medio ambiente. Y denunciante
de otra extranjera que, aquí, estaría en regla.
Papel Prensa-Botnia: la paradoja del Gobierno que denuncia y contamina
Como en la cita bíblica sobre la paja en el
ojo ajeno, el Grupo Clarín sorprendió
ayer con un título catástrofe en tapa. Tema:
la contaminación. La otra, la generada por
el humo que se eleva desde los pastizales
incendiados. De Papel Prensa, nada. Ni
siquiera el comunicado oficial de la empresa.
Tampoco en la página web de la papelera
figura esa declaración. Sí hay, en cambio, un
link titulado “Papel Prensa y la ecología”, donde
se puede leer, entre otros párrafos:
-“La empresa continúa con su política de
cumplimiento de los principios del desarrollo
sustentable y asume su responsabilidad en la
promoción de medidas para la conservación
del medio ambiente y la naturaleza.”
-“La preocupación de Papel Prensa S.A. por
el cuidado de la riqueza natural y el medio
ambiente está presente en todas sus acciones.”
-“El agua que se utiliza proviene del río
Baradero, el que a su vez recibe los efluentes
generados. Estos últimos son tratados para
lograr que la materia orgánica
disminuya a valores acordes a la normativa
vigente sobre medio ambiente.” (n de la r:
los exámenes coincidentes de la Facultad de
Bioquímica, el Instituto Nacional del Agua y
el de Tecnología Industrial revelaron valores
superiores en 10, 40 y hasta 200 veces –según
el análisis del que se trate– superiores a la
legislación vigente.
La ecología en su sitio
“El gobierno argentino
demandó al uruguayo
ante la Corte de La
Haya, acusando de contaminante
a una fábrica cuyas emisiones
líquidas cumplen los requisitos
legales como para instalarse en
la provincia de Buenos Aires, al
mismo tiempo que es dueño en
parte de una fábrica de pulpa y
papel que no cumple por lejos
con esos requisitos legales.” A esa
conclusión llegó Oscar Ventura,
uno de los docentes e investigadores
científicos más prestigiosos
de Uruguay –y reconocimiento
internacional– luego de
cotejar las pericias oficiales sobre
la contaminación ambiental que
producen las fábricas de Papel
Prensa –en San Pedro– y Botnia
–en Fray Bentos–. Botnia es una
empresa privada. Papel Prensa,
mixta: Clarín, La Nación y el
Estado nacional son sus accionistas.
“Las emisiones de materias
orgánicas que Botnia descarga
están por debajo de los límites
del decreto 335/03 que regula
la protección ambiental en la
provincia de Buenos Aires. La
Orillas. La bandera argentina flamea delante de la planta industrial de Botnia en Uruguay.
Oscar Ventura. Un especialista uruguayo que sigue de cerca a Papel Prensa.
conclusión curiosa es que Botnia
podría estar instalada en San
Pedro legalmente en lugar de Papel
Prensa que no cumple con los
requisitos legales”, señaló Ventura
a Crítica de la Argentina. Los
cuadros comparativos están en
su blog donde figura simplemente
como “Néstor” (lascosasdenestor.
blogspot.com), sin mención
de su extenso currículum. Entre
otras cosas, profesor titular de
Química Teórica y Fisicoquímica
Molecular en la universidad
estatal uruguaya; investigador
máximo nivel (III) en el Fondo
Nacional de Investigadores;
consultor de proyectos para el
Banco Interamericano de Desarrollo
y la Unión Europea. “Me
cansé de esa especie de cholulismo
científico, donde importan
más los títulos, la chapa, que los
argumentos. Entonces despejo y
simplemente expongo mis opiniones,
mis trabajos, mis datos.”
–Papel Prensa aseguró en un
comunciado que no contamina
el río Baradero. ¿Lo leyó?
–Sí, lo leí. Es un comunicado
increíble. Estoy seguro de que
fue redactado por abogados antes
que por expertos en materia
ambiental. Y que con mucho palabrerío
no desmiente los datos
de las pericias que ustedes hicieron
públicas. Es un comunicado
básicamente de desinformación,
para confundir a lectores
desprevenidos. A la frase “Papel
Prensa no contamina” yo digo:
Papel Prensa incumple la reglamentación
que dice cuales son
los límites para contaminar o no.
Y la incumple groseramente, así
que sí contamina.
–Aparece allí sugerido que ese
desborde de límites legales no
implica necesariamente contaminación…
–“Se trata claramente de
efluentes no dañinos” es la palabra
de la empresa. Que muestren
los datos. Y en todo caso, aunque
fuera cierto, no tiene nada que
ver con el hecho de que están 10
veces por encima de lo que se
supone que no causa daño ambiental.
¿O los demás trabajamos
nueve veces más que ellos en eliminar
contaminantes porque
somos estúpidos y ellos son los
únicos vivos que se dieron cuenta
de que el límite es muy bajo? Con
semejante exceso, antes que negar
sería más interesante ver qué
problema hay y cémo resolverlo.
Pero sin duda que el ecosistema
está en peligro, definitivamente.
–¿A qué puede deberse ese exceso
de materias contaminantes si
fuera cierto, como dice Papel Prensa,
que tiene un sistema de tratamiento
de efluentes moderno?
–Primero, será moderno aquí
pero no para las normas que ya
aplica la Unión Europea, por
ejemplo, o la agencia de protección
del medio ambiente en Estados
Unidos. Pero
concedámosle eso,
y nos quedan otras
hipótesis: 1) el sistema
está subdimensionado,
porque
aumentaron
producción y tiran
más efluentes que
los que pueden procesar; 2) los
tiran al río directamente, sin tratar,
por un bypass del sistema.
Obviamente yo no tengo modo
de corroborar estas hipótesis,
pero las autoridades de control
podrían hacerlo fácilmente.
–Quizá, porque también ocurrió
que Papel Prensa impidió el
ingreso de inspectores de la Secretaría
de Ambiente.
–Ocurrió algo tan grave como
eso: le dieron datos de sus efluentes
que son muy bajos respecto de
los que ahora arrojaron las muestras
analizadas por la Facultad de
Farmacia en Buenos Aires, por el
Instituto Nacional del Agua y el
de Tecnología Industrial. l
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